En la vida de Jesús hay varios "montes" que nos hablan de su vida.
Geográficamente el "monte" es un lugar que tiene varias características: Altura, buena visibilidad, lejanía de otros lugares, lugar de paz y reflexión, lugar de retirada, lugar de intimidad, de soledad. Se puede vislumbrar el horizonte. También al final en algun momento hay que bajar.
En la experiencia de la vida de Jesús, hubo también un momento de fuerte angustia, vivido en Getsemaní. Nos dice el evangelio, que Jesús después de estar con sus amigos en la "Ultima Cena", fue al Monte de los Olivos.
Se fue ahí a orar. Era un lugar conocido por El, por sus diferentes encuentros con su Padre, por la consolación y la fuerza que había recibido de su Padre, en los momentos de la misión. Recurre ahora en un momento crucial, están a punto de matarle, le buscan.
Es un momento de angustia límite. Es interesante ver cómo Jesús recurre a un lugar ya frecuentado, en el que siempre ha encontrado a su Padre. En nuestros momentos límites, a veces nos olvidamos de que hay lugares, cosas y personas que en otras ocasiones han respondido. Nos olvidamos que en la oración y la amistad con Jesús, es donde hemos encontrado el consuelo.
En la vida en momentos límites, buscamos "otros" sitios, otras compañías, incluso hasta buscamos soluciones "mágicas" a problemas reales de la vida. Nos olvidamos del Monte de los Olivos. Quizás porque no lo hemos frecuentado antes, o quizás porque ahora necesito otro camino. Escoja el que escoja, a Dios siempre me lo encontraré, El sabe hacerse el encontradizo. Jesús recurre a su Padre. ¿ Y yo en mis momentos límite, a donde recurro?
Nos dice La Palabra que Jesús, sintió " angustia, y tristeza profunda, y que rostro en tierra, con lágrimas y súplicas pedía a su Padre que apartara de El ese cáliz" . Ver a Jesús, así tan humano, sintiendo miedo, angustia, tristeza, a veces desconcierta. La expresión de los sentimientos, pareciera que es signo de debilidad. He sabido de personas que ante un duelo de cualquier índole, le dicen a la otra persona: " no llores, sé fuerte". Jesús lloró, y se sintió débil. Es por eso que El me entiende, experimentó tristeza y lloró cuando su amigo Lázaro murió.
Jesús no quería morir.Una vez pregunté a un grupo, si su Padre, había escuchado la oración de Jesús en Getesmaní . Y la gente me decía que no, porque su Padre lo dejó morir, que entregara su vida. En la oración de Getsemaní, falta una parte: " Pero hágase tu voluntad"
Jesús nos dice que estaba aquí para hacer la voluntad de su Padre. Sin embargo cuando vemos esta frase, que también aparece en el Padrenuestro, nos cuesta asociar Voluntad de Dios a la vida. Solemos escuchar: " me rompí un brazo...que vamos a hacer, así es la voluntad de Dios", " murió mi pareja, bueno, así es la voluntad de Dios", " no tengo trabajo, paciencia, así es la Voluntad de Dios"....etc....
Pareciera que todo lo malo proviene de Dios, como si su voluntad fuera hacer sufrir al hombre para que aprenda!!!
Curioso es que pocas veces o ninguna escuchamos: " tengo coche nuevo, así es la voluntad de Dios", "me he graduado, así es la voluntad de Dios", " tengo buena salud, así es la voluntad de Dios". Casi nunca asociamos la frase: "voluntad de Dios" con algo positivo.
En Getesemaní, la voluntad de Dios, se puede constatar el Día de la Resurrección.
En el monte de la angustia de nuestra vida, cuando estamos en momentos límites, es preciso que acudamos al monte de los Olivos, expresemos nuestros sentimientos de dolor, angustia, duda, desesperación, etc.... y confiemos en que la Voluntad del Padre es : "Vine para te tuvierais vida y vida en abundancia".